Isla de Noirmoutier
En la costa atlántica al N.O. de Francia, región de la Vendée. Aquí
nació y vivió Rosa Virginia Pelletier (María Eufrasia) hasta los 14
años; su espíritu sencillo y tierno corazón, se dilataron ante la
belleza de la naturaleza.
El Bosque de la Chaise
"Permanezcan firmes en la fé como una roca en el mar" |
En aquellos tiempos este paisaje era mas salvaje, menos pisado, mas
virgen; seguramente aquí desarrolló Rosa Virginia, el espíritu de
meditación y contemplación de la grandeza de Dios y la belleza de sus
obras. Bosque de encinas y de pinos que crecen hasta la orilla del mar,
con sus rocas enormes, que probablemente le inspiraron sus palabras.
Su casa natal
Fue aquí donde supo del sufrimiento de la Iglesia, de tantos mártires
vandeanos; aun sufrían las consecuencias de la Revolución Francesa; aquí
vivió sus primeras experiencias de contacto con el pobre, por el
ejemplo de sus padres; aquí escuchó hablar del comercio de esclavos y
esclavas; aquí escuchó los relatos de los marinos sobre tierras no
evangelizadas; aprendió la fraternidad y el liderazgo – y seguramente el
amor a la libertad – en el grupo de amigas que siempre la acompañaban.
Fueron 14 años de felicidad pero también de cruz: aquí murieron su
hermana y su padre cuando solo tenía 10 años, y aprendió a “aceptar la
voluntad de Dios hasta la cruz”.
Rosa Virginia a los 21 años
Después de sus estudios secundarios, ingresa en la Órden de Nuestra Señora de la Caridad,
fundada por San Juan Eudes y dedicado única y exclusivamente a la
reinserción de las mujeres jóvenes de conducta extraviada que deseaban
cambiar de vida. La Revolución Francesa de 1789 había devastado la vida
religiosa, y ella encontró un puñado de Hermanas ancianas y temerosas
pero esto no la amedrentó, quizá por su optimismo y tal vez por su
percepción de que podía tomar la antorcha que le ofrecían aquellos
brazos cansados.
María Eufrasia a los 29 años
La nombran Superiora de la Comunidad de Tours; muy pronto sus cualidades
excepcionales comienzan a dar frutos visibles. El Obispo de Angèrs la
llama para una tarea difícil: proseguir con la rehabilitación de jóvenes
de dos casas que funcionaban antes de la Revolución y que ahora se
fundirían en una. Fue una laica quien descubrió las cualidades
excepcionales de María Eufrasia, y la propuso al Obispo…
La Catedral de Angers
La Catedral se conserva como en aquellos tiempos. Pronto vio María
Eufrasia que las comunidades autónomas, cerradas en sí mismas, tal como
las había fundado Eudes casi 200 años antes ya no respondían a las
necesidades de su tiempo. Contemplativa, no solo de Dios sino de los
acontecimientos del mundo …
Una visión que no sabe de fronteras
"...que no se diga que no soy francesa, soy de todos los paises donde haya almas que salvar..."-Puente que comunica la Casa Madre con Angers |
Mucho antes de que existieran los aviones, el teléfono, internet, los
satélites, ella fue una excelente comunicadora; sus recursos eran las
epístolas y la confianza… la confianza puesta en hermanas enviadas en
misión a miles de kilómetros de distancia, y que, como “el grano de
trigo que muere” hicieron florecer el Buen Pastor en aquellas tierras
lejanas, guiadas por la Madre Eufrasia. Ella vivía y formaba a sus hijas
en el “espíritu de comunión” que la Iglesia nos pide hoy; había nacido
la internacionalidad para el Buen Pastor, y a su muerte, el número de
fundaciones llegaban a 110.
María Eufrasia a los 68 años
Aún enferma ella continuaba formando, confortando y orientando a sus
hijas misioneras; lo hacía a través de sus cartas, escritas con una
pluma de ave. En aquella época no se hablaba de violencia de género, de
feminismo, de derechos humanos ni de inculturación, y sin embargo,
¿Quién como ella se adelantó en la comprensión del desvalimiento y la
frustración que arrastra una mujer despreciada por la misma sociedad que
la usó. Su celo por las almas (cuarto voto de las Hermanas del Buen
Pastor) es trascendente en el tiempo y universal en el espacio, porque
hunde sus raíces en el mismo amor de Cristo a sus hermanos.
Estatua de Santa María Eufrasia en San Pedro Vaticano
"Les dejo en herencia el amor a la cruz y el celo por la salvación de las almas" |
Palabras de Pio XI en su beatificación: “Evocamos de la Madre
Pelletier su sabiduría y su prudencia entre elementos tan delicados, tan
escabrosos y tan difíciles; su deber era obedecer y resistir… resistir y
obedecer. Es en esta lucha de tormentos tan difíciles en los que ella
se elevó hasta alturas raramente alcanzadas… verdaderamente ella fue la
Mujer Fuerte…”
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarpor favor quisiera saber si ¿La imagen de La Catedral de Angers fue la primera obra que fundo S.M.E?
ResponderEliminarque parte de la naturaleza solia contemplar S.M.E como obra maravillosa de Dios??
ResponderEliminarque parte de la naturaleza solia contemplar S.M.E como obra maravillosa de Dios??
ResponderEliminarque parte de la naturaleza solia contemplar S.M.E como obra maravillosa de Dios??
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