« La Contemplación es la mirada hacia Dios. Es la vuelta de todo mi ser
hacia Dios, hacia su fuente y su Autor… Estar aquí, pertenecer a Dios,
estar aquí para Dios, en presencia de Dios. Exponerse a la radiación de
su divinidad… dejar que nos mire.»
« Renunciar a conocer a Dios por nuestros propios medios en este mundo… para que Dios infunda en nosotros el conocimiento de su existencia luminosa, y al mismo tiempo la ignorancia completa de lo que es en si-mismo. Es como Moisés vio a Dios de espalda, sin ver su rostro.» (cf. Ex 33,18)
¿No es el momento de « soltar nuestros controles » para que el Espíritu pueda actuar en nosotras? ¿Pertenecer a Dios sin querer más que lo que Él quiere? «Por él he sacrificado todas las cosas, a las que considero como desperdicio, con tal de ganar a Cristo» dice San Pablo a los Filipenses (Flp. 3, 8-9).
« La vida contemplativa y la unión intima con el Maestro divino tienen que ser la base de nuestra vida cotidiana… es posible tener una vida de obras y actividades exteriores y al mismo tiempo una vida interior de unión total con Dios. Está siempre presente y soló se necesita entrar dentro de si-mismo para encontrarlo.»
« Renunciar a conocer a Dios por nuestros propios medios en este mundo… para que Dios infunda en nosotros el conocimiento de su existencia luminosa, y al mismo tiempo la ignorancia completa de lo que es en si-mismo. Es como Moisés vio a Dios de espalda, sin ver su rostro.» (cf. Ex 33,18)
¿No es el momento de « soltar nuestros controles » para que el Espíritu pueda actuar en nosotras? ¿Pertenecer a Dios sin querer más que lo que Él quiere? «Por él he sacrificado todas las cosas, a las que considero como desperdicio, con tal de ganar a Cristo» dice San Pablo a los Filipenses (Flp. 3, 8-9).
« La vida contemplativa y la unión intima con el Maestro divino tienen que ser la base de nuestra vida cotidiana… es posible tener una vida de obras y actividades exteriores y al mismo tiempo una vida interior de unión total con Dios. Está siempre presente y soló se necesita entrar dentro de si-mismo para encontrarlo.»
Yves Raguin, Chemins de contemplation.
Michel de Kerdreux, Comme une flamme, Paris, 1968
Michel de Kerdreux, Comme une flamme, Paris, 1968
No hay comentarios:
Publicar un comentario